oye, ¿te estás comunicando bien "onlinemente"?
- rbkcanal
- 11 abr 2017
- 3 Min. de lectura

El mundo online está muy bien.
Tiene muchas ventajas, eso por descontado.
Pero en temas de comunicación es un arma de doble filo.
Seguro que a ti también te ha pasado alguna vez eso de enrevesar y tergiversar conversaciones en WhatsApp, en el Facebook Messenger e incluso en alguna cadena de mails. Yo soy toda una experta en malas interpretaciones y lo que comienza como una conversación inocente, termina en un campo de batalla sembrado de emojis.
Y es que resulta que el cerebro nos va más rápido que los dedos y no solo eso, sino que muchos matices, que resolveríamos con algún gesto facial en el mundo real, se quedan por el camino. La comunicación online (dejando los videos y videoconferencias a parte) es, en términos de riqueza expresiva, muy pobre.
Si trasladamos esta experiencia al mercado laboral, dado que hoy en día gran parte del reclutamiento se hace de modo online, está claro que expresarnos correctamente puede abrirnos muchas puertas o cerrárnoslas en toda la cara.
Debemos ser conscientes de que hasta llegar a la fase de la entrevista, donde sí vamos a poder apoyarnos en nuestra voz y cuerpo para acompañar nuestra comunicación, solo contaremos con dos cosas: las palabras y las imágenes.
Entonces,
¿cómo demostrar todos esos toques personales
a través de la pantalla?
1. Sé natural
Todavía sigo leyendo cartas de presentación que parecen del siglo XVIII, encabezadas con un “estimados e ilustres señores”. Si no te comunicas así en tu día a día, ¿por qué hacerlo a la hora de buscar empleo? Si se trabaja bien, se puede lograr una comunicación muy profesional y cercana a la vez. Cómoda tanto para ti (emisor) como para quien te lee (receptor). La clave es expresarte como te expresas habitualmente, con tu toque personal. Recuerda que tu marca personal no es una careta que te pones, es la máxima expresión de quién eres en esencia. Sin aditivos.
2. Sé humano
A estas alturas creo que ya todas y todos somos conscientes del papel que juegan las emociones en cualquier ámbito de nuestras vidas. Dominando la parte emocional de una situación (por ejemplo un perfil de LinkedIn) podemos despertar un amplio abanico de reacciones en la persona que nos lee. Si consigues que tu perfil deje de ser un retrato robot lleno de títulos y experiencias y añades toques de color personal (por qué te apasiona tu sector, por qué decidiste encaminarte hacia esa profesión, qué es lo que más te gusta de tu trabajo…) acertarás en el centro del cerebro primitivo (emocional) de quien te lee.
3. Utiliza estructuras sencillas
¿A que cuando lees un texto ligerito, masticadito y poco rebuscado, tu cerebro lo agradece? Como decía Da Vinci, la sencillez es la máxima sofisticación. Por tanto, no te enredes en estilos gramaticales cervantinos y utiliza frases simples, cortas, con sustantivos de peso y adjetivos poco ambiguos que aporten calidez.
“Mi trabajo consiste en impulsar la transformación digital de las compañías ubicando al cliente en el centro de las mismas para construir relaciones marca-consumidor sólidas y duraderas"
4. ¿Dónde dejaste tu imaginación?
Creatividad + innovación + imaginación es la tríada más buscada en el nuevo paradigma laboral. ¿Por qué? Porque estas tres cualidades todavía nos diferencian de las máquinas y robots. Olvídate de los miedos y usa tu imaginación para comunicarte en el mundo online. Apóyate en el storytelling, recrea escenarios a través de tus textos y piensa que marcar la diferencia es vital para sobresalir.
5. Apóyate en imágenes o gráficos
Las palabras son fantásticas, pero como no vayan acompañadas de hechos, se las lleva el viento. Sea lo que sea a lo que te dediques, si puedes demostrarlo con una fotografía, un video o un gráfico, muchísimo mejor.
Y después, como todo en la vida: ensayo-error.
No tengas miedo a jugar con tu comunicación, a probar, intentar y fallar hasta dar en el clavo.
¡Suerte!
:)
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